Abel Sánchez: Una Historia de PasiónCreateSpace Independent Publishing Platform, 9 jun 2014 - 126 páginas MIGUEL DE UNAMUNO (1864-1936). Catedrático de griego en la Universidad de Salamanca y rector honorífico de la misma, intelectual de alto vuelo, escuchado minuciosamente tanto en las numerosas tertulias a las que asistía, como en el Palacio Real y en las sedes de los partidos políticos. Difícil de atenerse ante una personalidad tan compleja y tan escindida como la de Unamuno, un auténtico Jano en materia intelectual y un esquizofrénico genial en política. Adhirió brevemente al socialismo y su inclinación republicana motivó su exilio a Fuerteventura por parte del General Primo de Rivera, de donde huyó a Francia para encabezar una campaña antimonárquica. A partir de 1931, la República lo honró, al tiempo que lo tuvo como un ilustre personaje embarazoso a causa sobre todo de sus ácidas críticas a la política autonomista de la misma. En 1936 adhirió inicialmente al Alzamiento. No obstante, constatando la bárbara represión desplegada por las nuevas autoridades, así como la insustancialidad de su discurso, protagonizó la sonada ruptura del Paraninfo de la Universidad de Salamanca, en presencia del general Millán Astray, a quien espetó, entre otras lindezas, el inmortal latigazo, más aún que frase, del "Venceréis, pero no convenceréis", muy probablemente la mejor pieza oratoria, la más osada y la más valiente, de todo el elenco español en la materia. Ambas Españas tenían motivos para apropiárselo y para repudiarlo. Por paradójico que pueda parecer, tanto la una como la otra, hicieron ambas cosas. Las Gacetas oficiales de los dos bandos en lucha lo cesaron al unísono como rector honorífico de la Universidad de Salamanca y los mismos que, unos meses antes, de no haber sido por respeto a la presencia de doña Carmen Polo de Franco, le hubieran metido un kilo de plomo en el cuerpo, le ofrecieron un entierro falangista. "Abel Sánchez" (1917), trata el tema de la envidia, del cainismo hispánico. Tal antagonismo nunca anda lejos de reflejar la auténtica realidad interior del escritor. |