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-Sí, eso me ha dicho. Helena se mordió los labios, se ruborizó y calló un momento.

-Sí, eso me ha dicho — repitió Abel, descansando la diestra sobre el tiento que apoyaba en el lienzo, y mirando fijamente á Helena, como queriendo adivinar el sentido de algún rasgo de su cara.

-Pues si se empeña...
-Qué...?

-Que acabará por conseguir que me ena‘more de algún otro...

Aquella tarde no pintó ya más Abel. Y salieron novios.

III

El éxito del retrato de Helena por Abel fué clamoroso. Siempre había alguien contemplándolo frente al escaparate en que fué expuesto. «Ya tenemos un gran pintor más», decían. Y ella, Helena, procuraba pasar junto al lugar en que su retrato se exponía para oir los comentarios y paseábase por las calles de la ciudad como un inmortal retrato viviente, como una obra de arte haciendo la rueda. No había acaso nacido para eso?

Joaquín apenas dormía.

-Está peor que nunca-le dijo a Abel.Ahora es cuando juega conmigo. Me va a matar!

-Naturalmente! Se siente ya belleza profesional...

-Sí, la has inmortalizado! Otra Joconda! -Pero tú, como médico, puedes alargarle la vida...

-O acortársela.
-No te pongas así, trágico.

-Y qué voy a hacer, Abel, que voy a hacer...?

-Tener paciencia...

-Además, me ha dicho cosas de donde he sacado que le has contado lo de que la creo enamorada de otro... -Fué

por

hacer tu causa... Por hacer mi causa... Abel, Abel, tú estás de acuerdo con ella... vosotros me engañáis...

-Engañarte? En qué? Te ha prometido algo? -Y a ti?

-Es tu novia acaso?
-Y es ya la tuya?
Callóse Abel, mudándosele la color.

-Lo ves?-exclamó Joaquín, balbuciente y tembloroso.

Lo ves?

a

-El qué?

-Y lo negarás ahora? Tendrás cara para negármelo?

-Pues bien, Joaquín, somos amigos de antes de conocernos, casi hermanos...

-Y al hermano, puñalada trapera, no es eso?

-No te sulfures así; ten paciencia...

-Paciencia? Y qué es mi vida sino continua paciencia, continuo padecer?... Tú el simpático, tú el festejado, tú el vencedor, tú el artista... Y yo...

Lágrimas que le reventaron en los ojos cortáronle la palabra.

-Y qué iba a hacer, Joaquín, qué querías que hiciese...?

-No haberla solicitado, pues que la quería yo...!

-Pero si ha sido ella, Joaquín, si ha sido ella...

-Claro, a ti, al artista, al afortunado, al favorito de la fortuna, a ti son ellas las que te solicitan, Ya la tienes, pues...

-Me tiene ella, te digo..
-Sí, ya te tiene la pava real, la belleza

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