Eran como llamas de hielo. Me costaba respirar. El odio a Helena, y sobre todo, a Abel, porque era odio, odio frío cuyas raíces me llenaban el ánimo, se me había empedernido. No era una mala planta, era un témpano que se me había clavado en el alma;... Abel Sánchez;: una historia de pasión - Página 25de Miguel de Unamuno - 1917 - 233 páginasVista completa - Acerca de este libro
| Jesús Torrecilla - 2000 - 310 páginas
...de Joaquín están por doquier. A propósito de la relación entre Abel y Helena, piensa Joaquín: Me daba acabada cuenta de que razón, lo que se llama...la tenían; que yo no podía alegar derecho alguno sobre ella; que no se debe ni se puede forzar el afecto de una mujer, que, pues se querían, debían... | |
| Miguel de Unamuno y Jugo - 208 páginas
...ánimo, se me había empedernido. No eran una mala planta, era un témpano que se me había clavado en el alma; era, más bien, mi alma toda congelada en aquel...odio. Y un hielo tan cristalino, que lo veía todo a través con una claridad perfecta. Me daba acabada cuenta de que razón, lo que se llama razón, eran... | |
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